Monday, February 20, 2006

Coatzacoalcos

- Hace muchisimo calor aqui Hector - comentó Chucho mientras se acomodaba en el asiento del copiloto de la suburban verde olivo que les habia proporcionado la delagacion de la Procuraduria -, subele al clima.
- Si patrón, ¿para donde vamos?
- Antes que nada, una buena torta, ¿no López?
- ¡Claro!

Ramírez abrió su laptop y procedio a descargar su correo. "Uno nuevo, de Will", pensó mientras esperaba a que se descargaran los archivos adjuntos.

- ¿Cual es la misión ahora jefe?
- Vamos a vigilar a un par de chavos, que parece estan amenazando la seguridad nacional.
- Entonces vamos a necesitar equipo... ¿telefonos, internet, microfonos?
- Si Hector, y vamos a infiltrarnos en su círculo lo más pronto posible.

La computadora hizo un sonido avisando que la descarga estaba completa, y Ramírez abrio un archivo de acrobat.

- Vamos a vigilar a un par de miembros de la iglesia adventista, Hugo Castellanos y Edgardo Gonzalez.
- ¿Que de especial tiene que sean de esa iglesia?
- Segun un informe del FBI, esa iglesia esta catalogada como un posible foco terrorista. Hace algunos años se hizo un informe detallado de cada una de las iglesias protestantes existentes, y se hizo un especial enfasis en aquellas que creen y estudian el apocalipsis y que ademas predican que el vaticano es la bestia de la que habla la Biblia. Este informe - señalo a la laptop -, es una version que los servicios de inteligencia norteamericanos acaban de editar, y es cortesia de un amigo mio.
- ¿Vamos a enfrentar a terroristas entonces?
- Es muy posible, segun esto - Ramírez seguía leyendo el informe - son radicales, le enseñan a la gente que debe preferir morir y obedecer a su "Dios" - enfatizó la ironía -, que obedecer las leyes de los hombres, tambien esperan que haya un tiempo de crisis tal, que van a ser perseguidos por lo que creen.
- ¡Vaya! Entonces si creen eso, deben estar locos, habrá que tratarlos con cuidado.
- Así es, debemos ser cautelosos. En cuanto lleguemos a la oficina, voy a imprimir una copia de sus creencias para ti Juan, tu vas a "entrar" conmigo, mientras tanto... - sonó su celular

- Ramírez
- Hola Jesús, soy Pérez, ¿como va mi encargo?
- Estamos llegando a la ciudad, estamos preparandonos para empezar la vigilancia.
- Muy bien, me parece perfecto, quiero que me mantengas informado del avance, y de todo lo que vayas sabiendo.
- A sus órdenes.
- Bien, anota el numero de telefono que te voy a dar, es un miembro reconocido de la iglesia a la que vas a asistir... y ¿Jesús?
- Digame.
- Espero que no te hagan caer en las mentiras de esa secta.
- Claro que no, se lo aseguro.

Chucho anotó el nombre y el numero que le dieron, guardo su celular en el bolsillo y se concentro en la lectura del reporte, olvidandose de los tres agentes que viajaban con él, pero algo no lo dejaba tranquilo.

Thursday, February 16, 2006

El plan

Los pasillos del vaticano estaban casi desiertos, casi la medianoche se cierne sobre la ciudad.

- Te digo, Pérez, no me queda mucho tiempo y tengo muchas cosas que hacer.
- Pero, Santo Padre, si no ha acabado su labor, la virgen puede mantenerlo vivo.
- No entiendes, mi obra sera terminada, pero no por mi sucesor, recuerda las profecias de San Malaquías, faltan dos más para terminarlo todo...
- Es verdad, lo se, y debo aceptarlo aunque no lo alcance a comprender.

Llegaron al final de un pasillo que estaba custodiado por un par de guardias suizos, quienes se hicieron a un lado mientras Pérez se apresuraba a abrir la puerta para el Juan Pedro, y entraron a una habitación muy iluminada. Al ruido de la puerta, todos los presentes se volvieron y de manera reverente se inclinaron ante Su Santidad.

- Les agradezco a todos su asistencia - exclamó mientras empezaba a saludar jovialmente a los asistentes, una vez acabado su minucioso saludo, se sento a la cabecera de la gran mesa de madera que ocupaba gran parte de la sala.

- Me permití citarlos a todos ustedes, para explicarles la necesidad que la Santa Madre Iglesia tiene de sus servicios - todos asintieron de manera reverente.
- Hace unos años todo empezo a marchar, pero no de la manera que yo, que nuestra señora - se corrigió -, desearía. Primero, el entretenimiento, especificamente los deportes, en mi ultima carta papal, "El Dia del Señor", señalé que no es del agrado de Dios que hayan competencias deportivas en domingo, no es de acuerdo a su mandato, y hasta ahora muy pocos encuentros han sido movidos del domingo al sabado o a la noche del domingo, esto debe mejorar.
- En cuanto a lo espiritual, hay que hacer algo mas substancial. Muy poca gente ha hecho caso a los llamados por la "unidad nacional" o los días de oración que se han llevado a cabo en muchos países, recuerden lo que la Biblia dice, "forzalos a entrar", recordemos que la virgen espera que "seamos uno en Cristo", y debemos encontrar la manera de lograrlo. No podemos imponer el domingo como día de adoración por la fuerza, debemo ser inteligentes, promoverlo como algo familiar, algo que fortalezca los valores y la familia como base de la sociedad. Sin unidad en el domingo, la sociedad entera podría desaparecer como tal o caer en la anarquía.
- Hay otro punto que también me preocupa, el entretenimiento en cuanto a los espectaculos. No tenemos suficiente presencia en la television o el cine como quisieramos. La gente no ve ningun canal donde haya predicaciones, pero si ven peliculas y comedias. Ahi es donde hay que atacar, debemos hacer que la gente vea nuestras creencias en el cine y en la television. Debemos hacer que se acostumbren a nuestras tradiciones.
- En cuanto a la política, ese es el punto más delicado, pues hay presencia de otras creencias debe ser suprimida primero. A nivel mundial, debemos pedir por la paz, pedir por los valores familiares y hacer notar que si no nos unimos en el domingo, dia del Señor, nos dirigimos a la catastrofe total.
- Para esto los cite hoy, para hacerles notar y recordarles nuestro objetivo: Enaltecer el evangelio de nuestro señor, y ahora, si me disculpan, estoy agotado, debo retirarme a descansar, el cardenal Pérez se comunicará personalmente con cada uno de ustedes para asignarles tareas especificas, buenas noches.

Todos se pusieron de pie y fueron saludando respetuosamente a Su Santidad, quien, al terminar y dirigirse a la puerta, se volvio y dijo:

- Richard, ¿podrias acompañarme a mi habitación?

Al alejarse de los suizos por el pasillo, el cardenal Pérez rompió el silencio:

- Has hecho un buen trabajo, Richard.
- Me ha costado trabajo, pero la ambición humana me ha abierto las puertas.
- Si, lo sabemos, y como te digo, estamos muy contentos por tu trabajo.
- Gracias cardenal, gracias Su Santidad.
- La relación con los Roost se ha estancado un poco - dijo el Papa -, ¿ que podríamos hacer para mejorarla?
- Yo no creo que se haya estancado, el financiamiento conseguido por usted para el complejo habitacional les ha dado mayores ingresos de los esperados, creo que estan muy contentos, me preocuparia mas por los White y por los Jameson.
- Los White estan bajo control, desde que logramos que se prohibiera el "Gran Conflicto" en Estados Unidos, se que podemos hacer lo que queramos con ellos, pero los Jameson, trabajan de una manera tan invisible que incluso mis agente no han logrado saber su propósito.
- Se que eso le preocupa, y a mi también, pero estamos muy bien colocados dentro de la Iglesia Adventista, y no nos van a sacar tan fácil.
- Eso espero, el plan de retrasar su trabajo hasta ahora ha sido estupendo, todo te ha salido bien Richard, y hay algo que ahora debes saber. Ya sabemos que ultimamente has tenido problemas financieros y legales, y debemos darte un sucesor.
- ¿Sucesor?
- Si - acoto Pérez -, pero no debes asustarte, es alguien muy conocido tuyo, y va a inspirarle confianza a tu pueblo.

Llegaron a la habitación del Papa, quien se detuvo y dijo:

- ¿Y quien es?
- Sean Stuvlovic, de la Division Transeuropea, ¿estudiaron juntos tu y el en Andrews, no?
- Si, lo conozco bien, hará bien el trabajo.
- Perfecto, ya sabes, lo usual, predicar lo menos posible de profecía y en contra del papado, y distraer con temas periféricos, de manera que no tengamos que preocuparnos de ustedes. De cualquier manera ya hablamos con Sean, y esta preparado.
- Muy bien.
- Que tengas buen viaje, Richard - el Papa terminó la conversación.
- Que descanse Su Santidad, ¿cardenal?
- Buen viaje Richard.

El Papa entró en la habitación acompañado de Pérez, mientras Richars Schonnweiz se dirigía a la salida, abordó su auto y se dirigió a su hotel a descansar.