El lado oscuro

*** Cinco años atras

Jesus Ramirez apago el cigarro que estaba fumando. "¡Como se tardan!" El ruido del aeropuerto de la ciudad de Guadalajara lo tenia fastidiado.

- Ya deberian estar aqui comandante, - le dijo Juan Gonzalez, uno de los dos agentes que estaban con el
- Ojala y lleguen pronto, porque ya estoy aburrido - contesto Victor Lopez, el tecnico de audio que estaba en el asiento trasero junto a su equipo de espionaje.

Ramirez era el jefe de los "Coyotes", un grupo secreto de accion de la Procuraduria General de la Republica, que reportaba a altos mandos de la Secretaria de Gobernacion, encargado de tareas de inteligencia en la ya dura e infructuosa lucha contra el narcotrafico. Lo que los altos mandos de Ramirez no sabian, era que el ademas reportaba para otro tipo de altos mandos.

La familia de "Chucho", como le llemaban sus compañeros, siempre habia sido devota catolica. El siempre asistio a colegios de religiosas, y la cereza en el pastel de su educacion la puso al graduar con honores de una de las universidades catolicas del pais mas prestigiada. Su perfil, su educacion y las relaciones que tenia su familia con altos clerigos, le habian abierto las puertas a Chucho dentro de las fuerzas policiacas. Y todo habia mejorado con la llegada del cardenal Perez al Arzobispado primado de Mexico. Perez lo conocia desde niño, conocia sus temores y sus pecados, y podria haberse dicho que ambos hicieron, cada uno por su lado, una carrera que beneficio al otro.

El trabajo que iba a realizar hoy era sumamente importante. Por un lado, lo haria quedar bien con el cardenal, y por otro, con sus superiores.

El trabajo era sencillo. Su gente habia logrado interceptar una comunicacion entre los dos principales carteles del pais. Iban a realizar un intercambio de informacion, supuestamente. Ramirez sabia que el obispo de Guadalajara era el confesor de "el gato", el jefe de uno de esos carteles, y uno de sus agentes infiltrados le confirmo que el Obispo Fernandez estaria presente en el intercambio.

El cardenal Perez se habia puesto furioso cuando se entero. "Fernandez sabe que no debe mostrarse en publicon con los narcos" habia estallado. "Encargate del asunto, chucho", le dijo, pasandole un portafolio lleno de billetes.

- Jefe, esta entrando la gente del cartel "del Golfo", lincoln gris oscuro - le anunciaron por el radio -, estan por la puerta dos, van al estacionamiento.

Ramirez apreto los dientes y fruncion el ceño. "Abajo, no nos vayan a ver" le dijo a sus acompañantes.

- Jefe, la gente de "el gato" esta llegando, marquis negro, rumbo al estacionamiento

El lincoln gris pasó por el acceso a espaldas de donde estaban estacionados los agentes y se detuvo casi al final del mismo. Un minuto despues, el marquis negro se estacionaba justo detras.

- Listos muchachos - casi suspiro Ramirez por el Radio - Lopez, quiero escuchar todo, Juan, las armas - extendio el brazo para recibir el rifle automatico.
- Dos personas del lincoln hacia el marquis, estan subiendose
- Estan saludando, definitivamente el obispo Fernandez esta ahi - informo Lopez, quitandose un auricular
- Muy bien gente, vamos a acercarnos - Ramirez recorto su escuadra y se la metio en la cintura
- Jefe, estan haciendo el intercambio, pero no estan diciendo mucho, y ademas, pusieron el estereo del auto, no se capta bien - volvio a informar Lopez
- Bueno, es hora, vamos ahora... vamos!

Todo paso muy rapido, todos sabian que hacer, era una emboscada. Cuatro agentes atacaron por el frente mientras otros cuatro por los costados. Chucho y Gonzalez, llegaron por la parte trasera de los vehiculos. Los narcos no tuvieron tiempo de reaccionar. Chucho llego hasta la puerta trasera del acribillado Marquis y la abrio, el obispo Fernandez tenia un impacto de bala en el vientre y lo miraba suplicante.

- Saludos de parte del cardenal Perez

Sonaron dos disparos mas, mientras las sirenas de las patrullas sonaban a la distancia, acercandose.