Wednesday, May 31, 2006

La carga

El Cessna Skylane volaba a muy baja altura, sobrevolando muy cerca de las copas de los arboles de la selva siempre verde, tipica la zona denominada Zacata Grande, en la costa del Golfo de Alfonseca, un cuerpo de agua que se encuentra ubicado entre Honduras, Nicaragua y El Salvador. La avioneta habia despegado muy temprano de una pista ubicada al norte de San Lorenzo, en Nicaragua y se dirigia hacia la ladera del volcan Chachagua, en el lado salvadoreño del golfo. A bordo de la avioneta, Joel Peterson checaba los instrumentos, mientras Richard Schonnweiz dormitaba un poco. En la parte posterior llevanban cajas que contenian alimentos, medicinas y literatura cortesia de ADRA, la agencia de desarrollo y recursos adventistas.

Peterson diviso la costa salvadoreña, y enfilo hacia la silueta del volcan.

- Estamos cerca Dick - casi murmuro por el microfono

Schonnweiz se estiro y abrio los ojos. Tenia medio año trabajando como misionero en esa parte de Nicaragua. Recordaba sus dias como estudiante de teologia en Andrews, donde habia conocido a Linda su esposa. Extrañaba verla. Habia viajado a Estados Unidos hacia un mes porque su padre la habia llamado a atender a su madre, que habia sido operada. "Mi suegro" penso, nunca olvidaria la platica que tuvo con el el dia de su compromiso con Linda.

- ¿Cuanto tiempo has sido adventista Richard? - Le pregunto Daniel McEntry, entonces presidente de la Union del Pacifico, uno de los territorios marcados por la iglesia, que abarca los estados de Arizona, California, Hawaii, Nevada y Utah.
- Desde pequeño Daniel, y fue desde muy chico que decidi ser pastor.
- ¿Para que estudiaste teologia?
- Para ayudar a otros a conocer el evangelio de nuestro señor...
- No me des la respuesta del manual... ¿quieres servir? o, ¿quieres prosperar? No quiero ver sufrir a mi hija siendo la esposa de cualquier pastor perdido, espero que me comprendas.
- La verdad, no - Richard miro fijamente a su futuro suegro.
- ¿Le pondrias algun pero a un trabajo de escritorio?
- No es lo que espero, pero tampoco me negaria, la obra es la misma.
- Mira, estoy por ser nombrado presidente de la Division Norteamericana, no te asombres, hay hilos que desconoces, y te puedo ayudar a comenzar una carrera exitosa dentro de la organizacion, ponerte en un escritorio que pronto se convertira en la oficina del presidente de la Union, ¿te parece atractivo?
- ¿Que puedo decir? Daniel, me honras... - Schonnweiz estaba perturbado
- No digas nada, solo acepta y sigue mis consejos, juntos podemos llegar lejos, solo no olvides que lo hago por mi hija.

Un zumbido interrumpo los recuerdos de Richard. "Cessna Skyline, identifiquese" timbro a traves de los auriculares de ambos tripulantes, "Cessna Skyline, esta es la Fuerza Aerea Salvadoreña, identifiquese por favor". Richard entrecerro los ojos, "no puede ser". Peterson contesto apuradamente "Aqui el Cessna Skyline, rumbo San Lorenzo - La Union, llevamos material de ayuda y material misionero, estamos en mision de paz". Richard hizo un gesto, "esto va mal", penso. "Cessna Skyline, este es el capitan Duarte de la Fuerza Aerea Salvadoreña, le ordeno seguirnos, esta es su ultima advertencia, siganos o abrimos fuego". Peterson volvio la cabeza hacia Richard, este ultimo, simplemente bajo la cabeza. Peterson hizo un movimiento con las alas del avion y empezo a descender, siguiendo al avion militar salvadoreño.

- ¿Como te va en la Union de Colorado? - Daniel McEntre sonaba contento.
- No me puedo quejar, todo va muy bien.
- Perfecto, acabo de colgar con Walter Roost, te manda saludos, y te tengo noticias importantes.
- ¿Cuales serian?
- Seras nominado en la proxima conferencia para presidente de la Asociacion General, vas a dirigir a la Iglesia mundial, pero antes, te tenemos una pequeña mision.
- Me sorprendes Daniel, no pense llegar tan alto, ¿de que se trata?
- Debes ir como misionera a America Central, alla vas a realizar una serie de encargos que no puedo darte por telefono, asi que te espero en mi oficina la semana entrante para preparar el papeleo.
- Ok, nos vemos alla.

El pequeño aeropuerto militar salvadoreño hervia de actividad. Mientras el pequeño Skylane descendia suavemente sobre la pista y el avion militar que los habia escoltado sobrevolaba, un numero grupo de militares y jeeps corrieron hacia el final de la pista, donde Peterson habia detenido la aeronave. Despues de desconectar todos los sistemas, Peterson abrio su puerta y descendio mientras un grupo de soldados lo tomaban prisionero. Richard Schonnweiz suspiro, sonrio amargamente, abrio la portezuela y sintio que varios pares de manos lo sujetaban y lo ponian de rodillas mientras lo esposaban.

- Richard Schonnweiz y Joel Peterson, al menos eso dicen sus documentos. Soy Matt Dean, DEA, y estan bajo arresto por contrabando de sustancias prohibidas, mas adelante veremos si tambien por consumo. Encotramos en su avioneta 150 kgs de cocaina.
- Eso no puede ser - exclamo Peterson-, debe ser algun error, nosotros somos misioneros, somo de la iglesia adventista del septimo dia, dile Richard, no nos pueden detener.

Dean se volvio hacia Schonnweiz y este simplemente bajo la cabeza. "Esto no estaba en los planes de mi suegro", penso, de repente una idea ilumino su cabeza.

- Eso es verdad, somos misioneros, y usted esta en un error. Marque el - Schonnweiz recordo ese numero, pues lo habia marcado varias veces-, y encontrara respuestas.

Aun con dudas, Dean saco su celular del bolsillo y marco.

- Si, ¿diga?
- Soy el Agente Especial Matt Dean de la DEA, ¿con quien hablo?
- Agente especial Will Joyce, FBI, Denver.
- Buen dia agente Joyce, tengo bajo custodia a dos supuestos misioneros, uno de ellos, dice llamarse Richard Schonnweiz y es quien me dio su numero. El problema es que llevaban un cargamento de droga.
- Muy bien, ¿puede usted liberarlo? si no, ¿con quien debo comunicarme?
- Estan bajo el resguardo de tropas salvadoreñas, yo no tengo jurisdiccion, pero...
- Gracias agente Dean, pronto sabra de mi. - Joyce colgo, dejando a Dean con la boca abierta.

Unos minutos despues, entro el comandante de la pequeña base del ejercito salvadoreño, y para sorpresa de Dean, se disculpo ante los misioneros, reiterandoles que habia actuado sin pensar y debido a un informe falso, los escolto hacia la avioneta, en la cual habian vuelto a colocar la carga, y les deseo un buen viaje. Dean simplemente no lo creia.

1 Comments:

At August 6, 2006 at 7:40 AM, Blogger Mr. Blue said...

Me gusta tu blog....

Saludos.

 

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